Así se veía el frente del Club Estudiantes en la mañana del 27 de abril de 1980.
Esa tarde debía jugarse la última fecha de la ronda provincial del Regional de Clubes campeones entre el gran equipo que había conformado Estudiantes (ya nos referiremos a él en otro informe) y Olimpo de Bahía Blanca.
Hasta pocas horas antes se debatió si el partido se jugaba o no. Era decisivo porque el Bata estaba arriba en la tabla, consolidado en su funcionamiento, ser campeón provincial era más que posible y también había confianza para los play off que determinarían la clasificación al Nacional de AFA 1980. La cancha estaba inundada e incluso a las horas hubo que rescatar a los dueños y empleados del Circo Satany que estaba dentro del Parque Guerrero.
Pero el nivel del agua del Arroyo Tapalqué (ubicado a 100 metros del campo de juego) creció más y más, hasta ser el peor episodio que haya vivido la ciudad. Durante ese mes de abril llovieron 517 milímetros y en mayo otros 69. En los cinco primeros meses del año cayeron casi 800 milímetros. Murieron 12 personas y varios barrios de la ciudad sufrieron graves consecuencias estructurales y económicas.
Casi un mes después, el 25 de mayo, Estudiantes se impuso a Olimpo, logró consagrarse como el mejor de la Provincia pero con el equipo titular desmembrado (los cinco refuerzos marplatenses debieron volver a su liga), luego no pudo con Cipolletti de Río Negro y Andino de La Rioja.
Foto: Diario Tribuna
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