A quienes no les llegó vasta información, les cuesta dimensionar lo que fueron aquellos tres años de inicios de los ‘80 que protagonizó el Club Loma Negra, con el apoyo económico de la empresa cementera.
Uno de los tantos datos que le dan sustancia a darle el calificativo de fenómeno irrepetible (al menos nunca ocurrió, ni antes ni después) es que uno de sus futbolistas fue convocado a la Selección Argentina. Fue hace 41 años, el 16 de marzo de 1983, cuando Carlos Bilardo inició su exitoso proceso. Y el protagonista fue el delantero chaqueño Pedro Remigio Magallanes.
En esa primera lista estuvieron Ubaldo Matildo Fillol (River Plate), Carlos Alberto Arregui (Ferro Carril Oeste), Oscar Alfredo Ruggeri (Boca Juniors), Enzo Héctor Trossero (Independiente), Julio Jorge Olarticoechea (River Plate), Ricardo Omar Giusti (Independiente), Gabriel Humberto Calderón (Independiente), Claudio Oscar Marangoni (Independiente), Ricardo Alberto Gareca (Boca Juniors), Norberto Osvaldo Alonso (Vélez Sarsfield), Jorge Luis Burruchaga (Independiente), Nery Alberto Pumpido (Vélez Sarsfield), José Luis Brown (Estudiantes), Pedro Remigio Magallanes (Loma Negra), Julián Camino (Estudiantes), Alejandro Sabella (Estudiantes) y Carlos Manuel Morete (Independiente).
“Me enteré por Mario Husillos. Estábamos en una práctica de Loma Negra y me lo dice”, rememora Pedro desde Fort Lauderdale (Florida, EEUU), donde reside hace 35 años. “Me había llegado que me estaban siguiendo como a muchachos de otros equipos pero nada más. (Roberto) Saporiti era nuestro entrenador, siempre me hablaba, me motivaba para que demuestre y tenía buena relación con Bilardo pero no me dijo nada. Fue una gran alegría y un orgullo en ese momento”. Un mes antes, los medios capitalinos hablaron de interés de River por adquirir su pase pero Valentín Suárez ni quiso escuchar la oferta.
En las semanas siguientes, entrenó con la Selección de lunes a jueves y los viernes cada convocado era liberado para que jugara en su club. Obviamente, Olavarría quedaba lejos de Ezeiza (entrenaban en el predio del Sindicato del Seguro) y entonces los primeros tiempos hubo que hacer una logística.
“El primer día fui en helicóptero porque la señora de Fortabat y el club me dijeron que viajara así, para llegar rápido. Pero al llegar y salir de Olavarría había mucho viento, se movía mucho y me asusté (risas). A la semana siguiente me pusieron una limousine negra y cuando llegué me dio cosa. Los muchachos me cargaban. El “Cabezón” Ruggeri me puso “Oaky” (N.de R.: por el niño hijo de millonarios de la serie Hijitus, de García Ferré) y nos reíamos mucho. Ya después fui en auto…”, detalla Magallanes, con un tono cómico que lleva a la carcajada.
LESIONES E IMPOTENCIA
Pero las lesiones lo tuvieron a maltraer, eso derivó en que deje de ser convocado y reemplazado por Víctor Rogelio Ramos. Una molestia menor en un tobillo en Loma Negra y un desgarro en el posterior en uno de los primeros entrenamientos de la Selección, lo dejaron en inferioridad de condiciones. No pudo recuperarse totalmente (aunque jugó en Loma Negra y luego en Racing de Avellaneda, varias veces infiltrado), y terminó en una intervención quirúrgica a principios de 1984 estando nuevamente en Olavarría antes de irse a Talleres de Córdoba.
“Me dio un poco de lástima cuando dejé la Selección. No estaba bien, no trabajaba a la perfección. Bilardo en el seleccionado y Saporiti en Loma Negra me aconsejaron y me apoyaron mucho pero estaba claro que no estaba peleando al 100% en lo físico. Tampoco quería estar así”, recordó.
MINI CV FUTBOLERO
Pedro Magallanes fue jugador de Independiente y Argentinos Juniors. Estuvo en Loma Negra durante más de dos años. Fue adquirido a Rosario Central en los primeros días de 1982, fue titular en el legendario triunfo ante la URSS, fue campeón local e integró el plantel de la Liga de Olavarría que obtuvo el Campeonato Argentino.
Tras jugar el Nacional 1983 con la Celeste, en junio de ese año pasó a préstamo a Racing de Avellaneda. Al año siguiente jugó algunos partidos del torneo olavarriense y posteriormente fue cedido a Talleres de Córdoba donde estuvo tres temporadas sumando 337 partidos y 61 goles convertidos en instituciones argentinas. Desde 1988 a 1994 jugó profesionalmente en Estados Unidos.
Un hecho más que alimenta la rica historia del fútbol olavarriense.
Fuentes: Diario El Popular, Diario Clarín, Revista El Gráfico, Internet, Archivo Olafútbol.
Pedrito querido