Después de Juan Echevarrieta (pronto su increíble historia en capítulos), Juan Villavicencio, Héctor Colo, Jorge Geist y Jaime Ignacio, el sexto jugador nacido y/o formado futbolísticamente en Olavarría que tuvo minutos oficiales en Primera división de AFA fue el delantero Abel Uabilfredo Mario Pepe.
Hijo de Salvador Pepe y Magdalena Brush, nació el 7 de marzo de 1917. Tuvo dos hermanos: Armando y Omar, que lo siguieron cuando emigró de nuestra ciudad.
Los primeros datos de su historia futbolística indican que en 1932 aparece integrando el plantel B (presentaba dos) de Estudiantes de nuestra ciudad en Tercera división, donde rápidamente demostró condiciones de wing hábil, veloz y con gol.
TRICAMPEON CON EL BATA
Con apenas 16 años debutó en Primera división, fue campeón y figura del plantel Bataraz que ganó el campeonato de 1933, repitiendo en 1934 y 1935.
En 1933 el torneo local se dividió en dos zonas. Estudiantes empató el primer lugar del grupo A con Ferro y debieron definir en dos partidos. En la ida fue 1-1 y en la revancha, el 26 de noviembre, se produjo el debut de Abel Pepe (como wing derecho). Fue victoria Albinegra por 3 a 1.
En el primer partido de la serie final, el 10 de diciembre, Estudiantes fue local de Ingeniero Newbery de La Madrid (ganador de la zona B) y lo goleó 4-1. El joven Pepe fue nuevamente titular y convirtió un gol.
En la revancha en La Madrid jugó en la misma posición. Y el empate en un gol le dio el título al Bataraz.
El wing derecho Pepe, con 17 años en la formación Bataraz. Es el primero de abajo, de izquierda a derecha.
En 1934 Estudiantes obtuvo nuevamente el certamen liguista. Abel Pepe, como wing, como centro delantero o como insider izquierdo (el volante ofensivo izquierdo) fue titular en 12 partidos, convirtió cuatro tantos y fue uno de los destacados del plantel campeón.
También fue figura del campeonato (el tercero consecutivo) de 1935, jugando ocho encuentros y anotando 4 tantos.
En el torneo de 1936, el Albinegro tuvo mucho recambio defensivo y eso resintió el rendimiento por lo que terminó en mitad de tabla. Abel Pepe estuvo presente en los 6 primeros encuentros (sin goles convertidos). El último fue el 9 de agosto en el triunfo ante Ferro por 2-0.
A los pocos días se cerró su transferencia a Gimnasia y Esgrima La Plata.
EN PRIMERA
Debutó como wing derecho en Gimnasia y Esgrima La Plata el 6 de setiembre de 1936 cuando el Lobo perdió como visitante 6-1 ante Chacarita (Humboldt 345), por la cuarta fecha de la Copa Campeonato, el segundo torneo del año. El equipo terminó con dos jugadores menos (no se permitían cambios) por las lesiones de Montañez y Castro pero en radios y diarios destacaron su desempeño.
El elogio del Diario Crítica (el más leído en los años ’30), después del debut.
Una semana después, “Pelusa” (así lo apodaron) jugó el segundo y último partido en Primera en el empate 1-1 de Gimnasia como local ante Argentinos Juniors. En ese partido el otro wing fue el también olavarriense Juan Echevarrieta.
A los pocos días, en un partido de Reserva tuvo una fractura de tibia y peroné que lo tuvo varios meses fuera del campo. Eso fue determinante para no tener continuidad en un equipo que tenía wines de gran jerarquía como Tomás González, el bolivarense Gabino Arregui y su coterráneo Echevarrieta.
Siguió en el club platense en parte de 1937 disputando los partidos preliminares de Cuarta División y en junio dejó el club, con solo 20 años de edad, con el reconocimiento de hinchas, dirigentes y compañeros.
PASOS FUGACES
El 27 de julio de 1938, Abel Pepe reapareció jugando en Olavarría, en un disminuido Estudiantes. Por la 7ª fecha cayó 8-4 ante San Martín (luego campeón). Posteriormente tomó parte en dos cotejos más y convirtió un gol.
Con el título de Maestro bajo el brazo, logró que lo designaran en la Escuela Nº2 “José de San Martín” de Saldungaray. Y la cercanía con Bahía Blanca hizo que apareciera vistiendo un par de años la aurinegra de Olimpo, donde dejó un gran recuerdo.
El libro de los 100 años de Olimpo de Bahía Blanca.
Decidido a radicarse en la capital provincial, “Pelusa” se puso las camisetas de dos equipos protagonistas de la competitiva Liga Amateur Platense: Romerense de Melchor Romero (localidad de las afueras de La Plata) y luego Everton, donde junto a su ex compañero en Gimnasia Héctor Narvarte (también jugó en Racing de Avellaneda) fue campeón local en 1943 y logró recuperar su nivel físico y futbolístico.
VUELTA AL PROFESIONALISMO Y EL RÁPIDO ADIÓS.
El 24 de abril de 1943 volvió oficialmente a AFA para jugar el torneo de Segunda en Argentino de Quilmes como puntero derecho. Jugó 27 partidos y convirtió 11 tantos pero no pudo evitar el descenso de “El Mate” en el primer torneo de Segunda División Profesional.
En Argentino de Quilmes en 1943.
Con apenas 27 años de edad, al año siguiente decidió el retiro, con el físico deteriorado por las lesiones y los golpes recibidos en la cancha en tiempos donde los defensores no perdonaban a los delanteros endiablados.
Radicado en La Plata, el 11 de junio de 1948 se casó con Elsa Walda Edith Mugetti (también docente) y fueron padres de dos hijos: Mario Luis y Abel Edgardo.
Abel y Elsa (oriunda de Suipacha)
Un año después, fue nombrado Secretario Seccional de la Dirección General de Escuelas del Ministerio de Educación bonaerense. Posteriormente cumplió funciones como Secretario de Obras Públicas de la Municipalidad de Lobos.
Pepe en un acto como funcionario y el infaltable cigarrillo, que le causó la muerte.
Con los pulmones gravemente afectados por haber fumado mucho, Abel Mario Pepe falleció de enfisema el 17 de octubre de 1987 en La Plata.
En la edición del día siguiente del reconocido matutino “El Día”, el prestigioso periodista platense Osvaldo Tomatti -que firmaba sus notas con el seudónimo Mercurio- le dedicó un cálido adiós en una semblanza de su vida deportiva y personal destacando su rol de gran persona y docente.
Fuentes: Club Estudiantes, Diario El Popular, Familia Pepe, Diario El Día, Diario Crítica, Esteban Bekerman, Fernando Bossi, Archivo Olafútbol.
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El laburo de un periodista que nos regala abrazos en su pormenorizada búsqueda de datos. Una vida, un festejo en sí mismo. Gracias, don «Olafútbol».