Nació en Bahía Blanca el 10 de enero de 1896. Tuvo dos hijos, uno de ellos olavarriense. En nuestra ciudad fue árbitro y dirigente. Domingo A. Delrieux también fue una figura brillante del fútbol bahiense, donde se destacó como jugador, árbitro y dirigente.
Hasta 1911 jugó en Liniers, pasó al club del ferrocarril, Pacífico (entonces era BAP) y allí estuvo hasta su retiro como futbolista una década más tarde. Fue campeón en 1913, 1914, 1917 y 1918, siempre como puntero izquierdo. Completó cinco temporadas siendo convocado a los seleccionados del Liga del Sur. Fue secretario del Club Pacífico (también jugó al básquet) y consejero (delegado) en la Liga, a cuyo plantel arbitral se sumó en 1919.
A fines de 1924 fue trasladado a Olavarría en su rol de empleado ferroviario. Rápidamente se integró a Ferro Carril Sud donde jugó algunos partidos en Segunda división mientras, con apenas 28 años de edad, ya mostraba su perfil de dirigente capaz. En pocos meses fue designado consejero (hoy llamado delegado) del Carbonero.
En 1925 al resolverse un distanciamiento de cinco años entre Estudiantes y Racing, se constituyó la Liga de Fútbol. A esa reunión fundacional del ente rector, Delrieux concurrió con su compañero Todesco en representación de Ferro. A la hora de la votación, los consejeros decidieron que ese impetuoso joven bahiense -defensor a rajatabla de las reglamentaciones- fuera el primer presidente de la LFO, lo que en esa época no impedía que siguiera con labores dirigenciales en su club (no existía la hoy Mesa Directiva).
Fue reelecto al año siguiente, luego se le propuso seguir en el cargo pero decidió participar de la conducción de la Liga desde un segundo plano. Sí decidió inclinarse por algún tiempo al arbitraje. De hecho, fue la máxima autoridad en la inauguración de la cancha de Racing, el domingo 14 de agosto de 1927, cuando el Chaira jugó ante Azul Athletic.
Casi un año más tarde, el 17 de junio de 1928 fue involuntario protagonista de un hecho que quedó en la historia. Fue una batalla campal ocurrida en el Parque Guerrero, donde entonces solamente una baranda de madera separaba al campo de juego del público. Delrieux fue el árbitro de Estudiantes – Racing por la tercera fecha del torneo oficial. A los 31 minutos del segundo tiempo convalidó un tanto para el local convertido por Natalio Navas. Todo Racing protestó por una supuesta posición adelantada, pero se mantuvo firme en su decisión, y fue entonces que hinchas de los visitantes ingresaron al campo y lo agredieron. Al calmarse los ánimos, dio por suspendido el encuentro. Se le dio por perdido a Racing, que retiró el equipo de la competencia por medio de una nota. En desacuerdo con la decisión de su club, el consejero Chaira en la Liga, Lucas Lázaro, renunció a su cargo. Nuevamente se rompieron relaciones entre ambos clubes.
En 1935, Delrieux fue trasladado por el Ferrocarril a la ciudad de Bolívar donde se integró al Club Empleados de Comercio y dos años después retornó a su Bahía Blanca natal donde siguió su tarea dirigencial en Pacífico e incluso en 1944 ocupó el cargo de presidente de la Liga del Sur. Posteriormente se radicó en Las Flores donde falleció.
Cuando la Liga de Fútbol celebró su 50º aniversario, en 1975, su presidente Alberto Domínguez y el presidente honorario (y uno de los fundadores) Ignacio Zubiría, viajaron a Las Flores para descubrir una placa recordatoria en el cementerio, depositar una ofrenda floral y guardar unos instantes de silencio como respetuoso recordatorio.
Fuentes: Archivo Histórico Municipal y Olafútbol.
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